sábado, 28 de mayo de 2011

"EL PROYECTO DE CHÁVEZ Y EL FORO DE SAO PAULO".


En este Vídeo el Ex-Embajador Venezolano Diego Arria muestra como el Proyecto de Chávez es Internacional y forma parte del complot del Foro de Sao Paulo para tomar el control del continente e imponer el modelo Castro-Comunista, utilizando procesos democráticos para luego cambiar legalmente las Constituciones a través de una Asamblea Constituyente y hacer un traje a la medida en cada país.
¡Es necesario que nuestros pueblos despierten ante esta realidad o perderemos la libertad y el derecho al progreso digno!

miércoles, 25 de mayo de 2011

Peña Esclusa, el “hombre de la máscara de hierro”

Emilio Martínez
El “hombre de la máscara de hierro” es un personaje legendario, popularizado por el escritor Alejandro Dumas. Se trata de un célebre prisionero político, de quien se dice era hermano mayor del rey Luis XIV y, por tanto, el verdadero monarca de Francia.
Mientras estuvo prisionero en la Bastilla su rostro fue cubierto con una máscara, probablemente hecha de terciopelo, aunque la leyenda dice que era de hierro. La primera referencia a su existencia la hizo el filósofo Voltaire, a través de su obra “El siglo de Luis XIV”.
Al parecer, el “hombre de la máscara de hierro” cobró vida una vez más, pero no en la Francia del siglo XVII sino en plena modernidad, en la República Bolivariana de Venezuela.
El gobierno de Hugo Chávez orquestó un complot para encarcelar a su más acérrimo adversario, Alejandro Peña Esclusa, a quien tiene encerrado en las mazmorras de la policía política, ubicadas en una fortaleza llamada el Helicoide, tan inexpugnable como la Bastilla aunque mucho más fea.
La “máscara” de Peña Esclusa no es de hierro sino de tinta, porque los medios del Estado venezolano han invertido toneladas de tinta en propaganda negra para desprestigiarlo, a fin de que los venezolanos no puedan conocer su verdadero rostro.
El aparato de propaganda venezolano ha querido presentar a Peña Esclusa como un “terrorista de ultraderecha” que trabaja para CIA y que está involucrado en varios intentos de magnicidios, incluyendo uno contra el Papa Juan Pablo II. ¡Vaya máscara de hierro que le han puesto!
Pero su verdadero rostro es el de un padre de familia, intelectual y escritor prolífico, dirigente político con gran futuro y patriota comprometido no sólo con su país, sino con la democracia y las libertades en toda América Latina.
Así como el “hombre de la máscara de hierro” era el verdadero monarca de Francia, Alejandro Peña Esclusa es el verdadero líder moral de Venezuela. Chávez está sentado en la silla de la presidencia pero ya nadie lo quiere, tal como ocurrió con Luis XIV al final de su mandato.
Lamentablemente, Peña Esclusa padece de cáncer y lleva encarcelado ya casi un año sin recibir tratamiento alguno. Pareciera que el gobierno de Hugo Chávez le niega deliberadamente la atención médica para que el cáncer siga creciendo, hasta que la enfermedad se haga irreversible. No sabríamos decir cuál de los dos comportamientos es más cruel e inhumano, si el de Luis XIV o el de Chávez.
Sin embargo, me siento optimista. El caso Peña Esclusa está tomando cada vez más relevancia mundial. Las máscaras están cayendo y a Chávez le será imposible mantenerlo en prisión por mucho tiempo.

Walid Makled García confinado y silenciado…

Hugo Rafael Chávez Frías, lesionado y angustiado
Por: Rafael Rivero Muñoz
“… Allí donde ha florecido la economía del narcotráfico se han producido consecuencias políticas. Las sumas de dinero implicadas resultan, sencillamente, demasiado importantes… está garantizado que allí donde gracias a las drogas se obtienen beneficios sustanciales, habrá corrupción y complicidad oficial en los más altos niveles…” Moisés Naím 2007
Cuando en notas anteriores abordando uno u otro tema sobre estas variantes de la vigente –programada y sostenida– inseguridad que campea a su albedrío al interior de los 4.993 kilómetros lineales de fronteras, hemos insistido en el quizás más trascendente de los hechos políticos y sociales de esta Venezuela contemporánea:
En el ámbito de la seguridad pública, el poder de decisión política no ha estado ni está y posiblemente nunca lo estará, en las manos de Hugo Rafael Chávez Frías.
A pesar de que esto marca y enmarca definiciones en y para el análisis y consideración de la dinámica política de la inseguridad en este proceso disque revolucionario, muy poca o ninguna atención le ha sido prestado al punto.
Se pasa de largo el asunto en forma determinante en los predios de la oposición. Posiblemente el derivado de los enojosos antecedentes para unos, de los riesgos inherentes para otros o simplemente, por esa expresa ignorancia de unos y otros pero que no dejará nunca de ser una expresión sino timorata, si de los términos que trazan algunos rasgos del colaboracionismo.
En el tiempo ninguno de los participantes de la política y en lo político, hoy concentrados en la MUD –mudos–, se da por enterado y menos intenta discurrir en tan escabrosos detalles, fuere por lo ya acotado, fuere definitivamente por aquello que sintetizara el autor francés Casamayor: “… Nadie está interesado en modificar o alterar la maquinaria política de la cual se servirá en la eventual circunstancia de llegar al poder…”. Dada la complejidad y extensión de ese particular, será tratado en una subsiguiente nota.
Desde esta óptica de la seguridad pública y tomando el vigente y particular affaire Walid Makled García como punto de arranque, tomemos los hechos y concretemos los antes, durantes y después de la apreciación en comento.
Extra-frontera
Queda evidenciado en los eventos públicos, notorios y notables; que en este período de gobierno, no es ni ha sido el teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías quien ha tenido ni tiene en sus manos las decisiones políticas en el ámbito de la Seguridad Pública, sea en ese antes como en el durante y en el después de su llegada a Miraflores; a menos que la inacción pueda ser interpretada como poder político.
Este específico caso criminal que tiene al broker Walid Makled García como mascarón de proa, para Hugo Chávez significa una alienante escalada que indefectiblemente lo está arrastrando como resaca en tsunami.
Nos brindó una dramática escena con esa su pública y tolerada humillación en Santa Marta y frente a Juan Manuel Santos Calderón quien, en expreso, le convoca a un acto de su voluntaria ejecución en el ámbito de su propia política interna, pero que, previamente organizó y articuló en una sutil y hábilmente construida caja de resonancia para su política internacional.
A la sazón, un convocante a quien distinguen públicos e irrefutables atributos y resultados políticos continuados de mucho peso moral –estratégico y táctico–, tanto en el ámbito de su política nacional como en sus vínculos con el resto de países en el concierto de naciones:
1) Fue el eficiente ministro de la defensa de quien ha sido señalado múltiples veces y públicamente por Hugo Rafael Chávez Frías, como su más enfrentado contrincante en la arena internacional, cuando no declarado enemigo en lo personal, el ex-presidente Álvaro Uribe Vélez.
2) Un declarado y activo enemigo de las FARC, la públicamente designada fuerza en armas y conocidos aliados de Hugo Chávez Frías, desde el momento en que: a) a los miembros del Secretariado de las FARC expresamente los señala como amigos y como aliados políticos y estratégicos; b) recibe oficialmente a sus representantes en el Palacio de Miraflores; c) le adjudica y pidió reconocerle a las FARC la categoría de fuerzas beligerantes; d) en discurso público en cadena nacional, desconociendo las fronteras con Colombia, cita como limitantes con Venezuela por el Oeste, al territorio colombiano bajo el control militar de las FARC; e) en expreso, compartió y formó parte de la campaña puntual en función de los objetivos internacionales de las FARC, cuando demandó de viva voz por ante el concierto internacional y en expreso a los representantes de países europeos, sacar a las FARC de la lista oficial y desaplicar el concepto o calificación de Fuerzas Terroristas. Son eventos todos de continuada mención y de sostenido análisis en la prensa internacional http://www.lanacion.com.ar/1374755-el-doble-discurso-de-hugo-chavez
3) El artífice y cabeza rectora de dos de las más vergonzosas derrotas militares sobre las FARC:
  1. La mayor derrota militar en cuatro décadas de existencia y de operaciones; esta vez, el 01/03/08 con la “Operación Fénix” ejecutada por las fuerzas militares combinadas colombianas sobre y en territorio de Ecuador; en un largamente estudiado, planificado y clínicamente ejecutado ataque puntual sobre el cuartel general de las FARC, con la muerte de Raúl Reyes, el segundo jefe al mando de las FARC y la captura de toda la información administrada ese cuartel general.
  2. Noventa y un días después, apenas pasadas algo más de 2.000 horas continuadas del eficiente ataque anterior, con una de las más elaboradas e impresionantes operaciones de rescate de rehenes en Latinoamérica, superior quizás a la propia ejecutada en la legación diplomática japonesa contra Sendero Luminoso en Perú (1979); la Operación Jaque el 01/07/08 donde ejecutó la liberación de 15 de los secuestrados, entre otros, la más preciada “Joya de la Corona” para las FARC, Ingrid Betancourt.
  3. Quien ordenó la recopilación y compilación de toda la información y contrató los servicios del IISS de Londres y le entregó todo ese material, para estudiar, analizar y emitir un informe de entidad privada sobre el contenido de los computadores incautados en la Operación Fenix contra las FARC y con la muerte de su segundo al mando, alias Raúl Reyes
4) El mismo personaje quien ahora, recién electo, ya juramentado y en funciones, ejerce en plenitud de capacidades morales, políticas y jurídicas, la presidencia de la República de Colombia y desde esa posición, convoca e impone esa reunión en Santa Marta a su par Hugo Rafael Chávez Fríashttp://rriveromunoz.blogspot.com/2010/08/la-humillacion-imperial-en-canossa-en.html
Dentro de fronteras
A lo sumo y expresamente dinamizado en este momento, Hugo Rafael Chávez Frías en el ámbito de la seguridad pública ­–y como posibles sean los inevitables efectos derivados hacia muchos otros ámbitos–­, sólo ha disfrutado y sigue disfrutando de los signos exteriores de poder y ello quizás, cabalgando sobre sus iniciales cinco minutos de fama con la frase que lo catapultó: “… Por ahora…”.
Ese particular, real, efectivo y eficiente poder político, desde nuestra particular óptica y experiencia, no ha estado nunca en manos de Hugo Rafael Chávez Frías; por una simple razón derivada de múltiples hechos, experiencias y carencias cuyo acumulado, ha venido quedando a la luz dibujado en sus grandes y pequeños trazos:
Es un poder político, que no ha estado, ni está en capacidad para ejercer Hugo Rafael Chávez Frías.
¿Dónde comienza?
Desde un principio, cuando Hugo Rafael Chávez Frías irrumpió violentamente en la escena pública en el antes, el durante y el después de ese programa que culminaría con el asentamiento y la consolidación de una primera etapa con su llegada a Miraflores, fue más que guiado dirigido por un titiritero quien lo ha manejado a su antojo, libre saber y entender, desde la isla de Cuba.
Si bien ahora ese titiritero, ya anciano y decrépito –cadáver insepulto afirmaría Rómulo Betancourt–, en lo personal poco o nada puede hacer en beneficio de su angustiado títere y que ese manejo pasó en teoría a las manos de una gerontocracia que integrada a la nomenclatura cubana y sin la habilidad de otrora, aún pretende dar una continuidad al proceso de implosión pautado y en curso en Venezuela.
Acotación a tenor: No puede nadie ignorar ahora que de aquellos inicios de la vida criminal con las dinámicas relaciones que nacieron entre Fidel Castro Ruz y la mafia de Sicilia radicada en los Estados Unidos, no esté la escuela de su desempeño ulterior. Tan confiable, segura y rentable fueran esas relaciones, que los Meyer Lanky y pares del momento le contrataron para sacar de ese país y trasladarlo seguro a la isla de Cuba, al descollante “jefe de familia” Salvatore Luciana conocido como Charles “Lucky” Luciano.
No puede nadie tampoco ignorar el vínculo directo de Fidel Castro con el tráfico de drogas. Cuando ya en el poder, hace del tráfico de drogas hacia USA una dinámica fuente para su financiamiento personal y ello, hasta que, puesto al descubierto por los norteamericanos con el affaire y la publicación de la foto que registra al general Arnoldo Ochoa Sánchez parado a la puerta de la bodega del avión de Eugene Hansefus cuando revisaba y supervisaba un cargamento de cocaína. Luego de hacer fusilar al general Ochoa y a otros dos jefes de la red de control de la cocaína, adoptaría variantes en esquemas menos vulnerables en el soporte y sus negocios con los traficantes.
Era un viejo proyecto bélico continental de Fidel Castro Ruz, quien desde su misma llegada al poder en Cuba concebía en Venezuela y su petróleo como los dos más importantes bastiones para el desarrollo de su revolución continental.
Fidel Castro Ruz, uien luego de tantos fracasos políticos y de aplastantes derrotas militares en territorio de Venezuela, logró de manos de sus incondicionales asalariados de aquel momento –entre otros los Douglas Bravo, los Lubén Petkoff, los Fernando Soto Rojas y los Alí Rodríguez Araque–, la captación y ulterior entrenamiento personal de su más dúctil y efectiva “arma mortal” y que hoy, en Hugo Rafael Chávez Frías, tiene el brazo ejecutor.
Siendo ello aceptado, resultaría indispensable entonces para los interesados, refutar los hechos al responder hoy a la pregunta:
¿Quién efectivamente ejerció el poder político durante este lapso en la contratación y pago de scouts, de prospección, selección, captación, convicción, entrenamiento de Hugo Rafael Chávez Frías y de la asignación de la misión en Venezuela y de sus derivados desempeños tutelados y bajo su estrecha supervisión de Fidel Castro Ruz?
¿Dónde continúa?
Recordemos, hemos tomado el affaire Walid Makled García y sus actividades de broker de la cocaína, como punto de partida para la observación e intentado una reseña de un antes, de un durante y de un después del proceso que, en la materia específica de seguridad pública, pondrían de relieve las decisiones e indecisiones y sus efectos en el ejercicio del poder político por parte del hoy jefe de Estado, Hugo Rafael Chávez Frías.
A esos particulares efectos, basta una detenida observación de las gráficas donde quedan registradas las aseguradas posiciones en una u otra expresión material del Poder Público que ejerce en esta revolución, para entender el asunto y elaborar partiendo de ello, nuestra propia respuesta:
En gráficas
El complejo de la situación y en términos de una dinamizada realpolitk, nada tiene del ámbito especializado de lo jurídico, ha sido, es y sin solución de continuidad seguirá siendo, se diría que exclusivamente, político.
Se concentra así en los efectos pasados, actuales y futuros de lo político por sobre lo social, económico, militar y policial y como un derivado directo e inapelable de la política de los políticos que arropados bajo el manto de una revolución han satisfecho y siguen satisfaciendo intereses extra-fronteras, sean éstos políticos, económicos, financieros y /o militares:
¿De qué se trata?
Salto cuantitativo en el tránsito de la cocaína con la operación del broker Walid Makled García
La distribución de la “fuerza de tareas” sobre el territorio de la operación del broker Walid Makled García
¿Cuándo comienza y cuáles son los más importantes cargamentos de últimas fechas?
Aguas arriba y aguas abajo: La estructura funcional en macro
La cara visible de los negocios del broker Walid Makled García
¿Cómo y desde dónde se garantiza la impunidad en las operaciones y para la estructura del broker Walid Makled García?
Al más alto nivel de mando de la maquiaria del Ejecutivo operan los mecanismos de alerta y apoyo
Si algo falla, están implementados los mecanismos para el control de pérdidas
Para el soporte y los ajustes en la estructura y en procesos para la ampliación de operaciones
Las coordinaciones, contactos y asistencias en línea, a la mano de la estructura y de la operación de Walid Makled García
Cotidianidad
En un repetido corto de publicidad de televisión ya retirado, palabras más palabras menos, se afirmaba: “… En la revolución lo extraordinario se hace cotidiano…”.
Podríamos en consecuencia admitir que, transitamos hoy así, la cotidianidad del tráfico de cocaína por y desde Venezuela.
Evidente que, observadas las gráficas, la relevancia e importancia del broker Walid Makled García, es eminentemente política y puesto que de política se trata, revela precisamente del ámbito del ejercicio del poder de quien está al frente de la más alta magistratura del Estado; lo jurídico en ese caso y a todo evento, pasa a un segundo plano.
En otros términos, sólo existen dos mutuamente excluyentes situaciones:
a) Desde el Palacio de Gobierno, Miraflores, Hugo Rafael Chávez Frías tiene el poder en sus manos y lo ejerce a plenitud en una “política de las drogas” bajo su material y eficiente control.
b) No es Hugo Rafael Chávez Frías quien tiene el poder y menos aún quien ejerce el control político.
TSJ lo oficializa
Certera será entonces la expresión de la abogado Luis Estela Morales cuando afirma en rueda de prensa hoy: “… caso Makled es un procedimiento ordinario… salvo esa situación especial que implicó una extradición, no existe ningún otro elemento de relevancia judicial…”.
Procedimiento ordinario para lo judicial en palabras de la presiente del TSJ; extraordinario procedimiento político para el resto de las consideraciones que pudieran ser emitidas a la luz de los hechos conocidos y que hoy, como vemos con un Walid Makled García enmudecido y una FGR inoperante, como es costumbre, está en franco proceso de ser silenciado.
Indispensable la reseña de contexto político de seguridad pública en Venezuela en los últimos cincuenta años, para poder entender y hacer entender desde los antecedentes los derivados y desde éstos, tanto los efectos como los daños directos y los colaterales propios e inseparables a un tema donde cierta y extraordinariamente el orden de los factores si ha alterado, altera y alterará substancialmente, el producto, como queda demostrado en los hechos políticos comentados: Materia de otra nota.
Se invirtió el orden de los factores
En otros términos, si en paralelo al hecho de que no ha existido una verdadera política contra el tráfico de drogas y si durante este lapso revolucionario quien maneja los hilos desde el exterior, ha tenido y tiene en el tráfico de cocaína una conocida, dúctil y segura fuente tanto para el financiamiento propio como para el control de la estructura en sus despliegues bélicos en el exterior, resulta indiscutible que lo que se ha dinamizado en esta Venezuela revolucionaria de Hugo Rafael Chávez Frías, ha sido y es la inversión de los términos: La droga en la política.
Las evidencias están a la vista de cualquiera que quiera verlas y por eso mientras en lo ordinario de la cotidianidad Walid Makled García, una vez extraditado de Colombia, ha sido confinado y silenciado, por su parte, incapacitado anímica y técnicamente para adoptar soluciones como las que en su momento adoptó y ejecutó su mentor Fidel Castro Ruz para sacarse de encima el peso político y la rémora internacional sobre su gobierno por el tráfico de drogas, Hugo Rafael Chávez Frías, trémulo, se encierra al interior de las paredes de Miraflores, lesionado y angustiado.
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martes, 24 de mayo de 2011

23 DE MAYO DE 2011

Por Jorge Monroy

El mayor logro del presidente Álvaro Uribe Vélez, sin duda alguna —y para dolor de los nostálgicos del comunismo—, fue la generación de un ambiente de cohesión nacional frente al terrorismo. Durante su gobierno, la retórica, las acciones de la fuerza pública y la paridad con grandes sectores de la prensa, llevaron a escenarios nunca imaginados en Colombia; por ejemplo, la gran marcha contra las FARC. Ésta fue el resultado de un ambiente colectivo en el cual absolutamente todos los entes sociales nos pusimos de acuerdo en una idea de Estado, y nos cohesionamos para rechazar la idea del terrorismo. Durante esos largos e irrepetibles años, las FARC sufrieron golpes que en cincuenta años no habían sufrido, y el efecto social que se generó fue una conciencia colectiva de que la victoria sería finalmente posible.

Los colombianos respiramos con cierto alivio (algunos, como yo, con aprensión) cuando Juan Manuel Santos ganó la presidencia, pues dada su trayectoria en el Ministerio de Defensa, pensamos equivocadamente que iba a continuar la política de cohesión frente al terrorismo, oxigenándola y corrigiendo uno a uno los errores que pudieron cometerse, como podría haber ocurrido en cualquier gobierno.

Sin embargo, a menos de un año de la posesión de Juan Manuel Santos, el balance de fuerzas cambió radicalmente otra vez a favor de las FARC. Invito a los lectores a revisar los hechos más relevantes: el primero fue durante las liberaciones promovidas por la senadora Piedad Córdoba, cuando las FARC utilizaron un despeje autorizado por Juan Manuel Santos para propósitos militares (algunos afirman que para la fuga de "Alfonso Cano"). El segundo fue la inmediata reconciliación con Hugo Chávez, principal auspiciador de las guerrillas en Colombia, a cambio de nada. El tercero, el reconocimiento del "conflicto interno" en la ley de victimas, en preparación para el estatus de beligerancia. El cuarto, la renuncia a las bases militares estadounidenses. El quinto, el infame desconocimiento al informe del IISS sobre los vínculos de Venezuela con las FARC. Podría seguir describiendo las nuevas modalidades de ataques de las FARC, el regreso de las pescas milagrosas, los hostigamientos, la retoma de posiciones, entre muchas otras cosas. Sin embargo, quiero hacer énfasis en la más grande victoria de las Farc sobre el Estado colombiano: la victoria legal.

Además de la complicidad deliberada del Ejecutivo con las FARC, el Poder Judicial está llevando a niveles casi descarados el apoyo formal a este grupo terrorista. Todos somos testigos, del incansable interés de vincular a Álvaro Uribe con el paramilitarismo, la corrupción y los crímenes contra los derechos humanos, mientras que la denominada “Farc-política” se hunde cada vez más en el olvido. La justicia no ha proferido ningún fallo por la relación entre la política y la guerrilla, las investigaciones demoraron en extremo, y el más reciente fallo de la Corte Suprema de Justicia, según el cual las pruebas recopiladas en el bombardeo en Ecuador se declaran ilegales, sienta un precedente para archivar e ignorar tales pesquisas. La destitución de Piedad Córdoba y la investigación contra Wilson Borja se quedaran automáticamente sin piso.

Esto solo nos demuestra que la justicia no tiene interés en perseguir a las FARC. Sin embargo, tiene mucho interés en perseguir militares, funcionarios de nivel medio y uribistas que estuvieron en el momento incorrecto a la hora incorrecta. Todo esto nos debe llevar a una pregunta: ¿quién nos gobierna? ¿Quién nos defiende de un grupo armado nacional financiado foráneamente que quiere imponer una dictadura totalitaria? Aún más, ¿qué quiere hacer el Estado con el capital social adquirido durante ocho años?

Invito al lector a responder a estas preguntas de manera objetiva. Sin embargo, me aventuraré a dar algunas respuestas. Pienso claramente que las teorías que hablaban de un Juan Manuel Santos que traicionó la confianza del electorado y regresó a la forma de hacer política de los años ochenta se queda corto. La persecución, los métodos de imposición, la forma de gobernar de manera aislada al pueblo que le dio un mandato claro, me lleva a pensar que el presidente quiere buscar un proyecto personalista que lo perpetúe en el poder. Para ello, su estrategia fue simple, hacer una alianza con todos los partidos basada en el clientelismo, y realizar una alianza con todos los enemigos de Álvaro Uribe. Esto lo deja prácticamente sin oposición, mientras engaña a unos y a otros en su ambición personalista.

Por otro lado, el sistema judicial con su accionar se ha convertido en el principal aliado de las FARC en Colombia. Las decisiones de la justicia muestran que a diferencia de España o Irlanda, la sociedad y la justicia buscan intereses diferentes. Por último, el Poder Legislativo sigue sumido en el sueño de la Unidad Nacional, mientras que los congresistas que prometieron defender la Seguridad Democrática y usaron a Álvaro Uribe para ganar sus curules, hoy siguen insistiendo en que Juan Manuel Santos es el heredero natural de dicha política y que sus acciones no van en contravía.

Respecto a la segunda pregunta, soy aún más pesimista. Pienso que los hechos muestran que la guerra que a tantos valientes hombres y mujeres les ha costado la vida, no es un interés particular del gobierno de turno, es decir, que no esta buscando darle seguridad a la sociedad civil, que desde hace muchos años nos convertimos en objetivo militar de las FARC. Más grave aún, tras la instalación de bases iraníes en Venezuela, Colombia pierde completamente la ventaja estratégica, y dicho país aumenta sus herramientas de presión sobre nuestro territorio.

No quiero ocultar mi preocupación. El regreso de Piedad Córdoba, el archivo de las investigaciones de la FARC-política, el retroceso estratégico frente a Venezuela, la guerra jurídica contra el Ejército, y el infame silencio de Juan Manuel Santos, que permite prever que todo le será tolerado a las FARC y a Venezuela, muestran que es inevitable el retroceso en la guerra, en un escenario en el cual para las FARC todo es mucho más fácil, pues cuentan con el apoyo de casi todo el continente comprado o silenciado por Chávez.
Finalmente, expreso que el interés de estas líneas, es llamar la atención de aquellos que defienden la Seguridad Democrática, la Cohesión Social, y la Confianza Inversionista, para que no callemos, y nuestra voz sirva de faro en medio de la horrible noche que nos ha impuesto la locura colectiva de Juan Manuel Santos, en la cual los cuatro poderes están en su máximo frenesí: un Ejecutivo que obra de espaldas al mandato para el cual fue elegido, un Legislativo completamente silenciado, un Poder Judicial que apoya abiertamente posiciones que favorecen a los terroristas y una prensa alineada de manera silenciosa y servil con los intereses del Ejecutivo.

Recordemos: mientras el comunismo no triunfe en Colombia, el poder viene (y se va) por orden del pueblo. Aún estamos a tiempo de recordar que vox populi, vox dei.
Etiquetas: Jorge Monroy www.atrabilioso.blogspot.com